En Agosto de 2019 tuve la oportunidad de ir a Madagascar y colaborar con la ONG Agua de Coco
https://aguadecoco.org/ y ahí es donde se sembró esa semilla que poco a poco ha ido germinando en mi corazón, de donde nacen estos cuentos.

Por eso todo este proyecto es por y para ellos.

“Dicen que son países pobres, pero yo no sé qué pensar,
ya ellos tienen tesoros que aquí hemos perdido ya.
Sus tesoros no son de oro, ni de plata u otro metal.
Son sus niños y sonrisas, con sus caras de felicidad,
los que juegan todos juntos sin importarles el lugar,
aunque vayan descalzos y no tengan qué almorzar,
¡Ellos se ponen contentos solo por verte pasar!
Y así es cómo te deas cuenta de lo que realmente vale más:
Que dar cariño es mejor que dar un caramelo.
Que no necesitas su idioma para comunicarte con ellos.
Que cuando tu amor es sincero, ellos lo captan al vuelo.
Y que cualquier niño prefiere que le dediques tu tiempo.”

Ana Contreras